Con la reciente confirmación de los primeros artistas para el Festival de Viña 2012 vienen las críticas y las opiniones encontradas. Esto es parte de lo que yo pienso.
El festival reúne algunas de las cosas que están mal en este país (según yo), y que me impiden sentirlo como “mi festival”, ni siquiera siendo viñamarina de residencia.
Los triunfadores de este espectáculo siempre son los hombres tipo “rico y suave”, pelo en pesho, camisa y pelito parado (lo peor). Por lo general son cantantes de salsa, cumbia, reggaetón. No son minos pero “es lo que hay”, y eso es lo que me molesta. Con esa mentalidad no vamos a ninguna parte, un poquito de superficialidad no mata a nadie.
El festival reúne algunas de las cosas que están mal en este país (según yo), y que me impiden sentirlo como “mi festival”, ni siquiera siendo viñamarina de residencia.
Los triunfadores de este espectáculo siempre son los hombres tipo “rico y suave”, pelo en pesho, camisa y pelito parado (lo peor). Por lo general son cantantes de salsa, cumbia, reggaetón. No son minos pero “es lo que hay”, y eso es lo que me molesta. Con esa mentalidad no vamos a ninguna parte, un poquito de superficialidad no mata a nadie.
Independiente de que el escenario sea en verdad chico, el público deja mucho que desear. El llamado “monstruo” tiene un nombre bien merecido, porque me parece monstruoso que sea un público que entrega más antorchas/gaviotas a Daddy Yankee que a Santana (por ejemplo).
Humoristas fomes que evidencia problemas que tenemos como sociedad. Estoy convencida de que debiera existir el dicho “dime de qué te ríes y te diré quién eres”. Personajes como el que presenta Mauricio Flores (gay) reflejan que lamentablemente todavía vivimos en un país que se ríe de los “maricones”, un país donde está bien que Jordi Castell o Passalacqua sean homosexuales, pero no está bien aceptar la unión civil entre gente de un mismo sexo.
La competencia folklórica da pena. Estamos en un país que tiene mucho que mostrar en ese ámbito, pero en la práctica es el momento en que el público (especialmente palco y platea) se ponen de pie para ir a pasear, comprar Coca Cola a $2000, conversar, fumar o pasear en el V.I.P. como siúticos.
Estoy convencida de que el festival es un buen panorama para teenagers que (independiente de su situación económica) se juntan, van a galucha y disfrutan bailar o gritar “mijito rico”. Pero si eres pudiente es mejor que compres tu entrada para ver a E.L.O. en un concierto aparte, porque es bien fome tener que aguantar a Arjona o Natalino para poder ver a tu gran artista.
Estoy rodeada de fanáticos del Festival, tanto en familia como amigos, por lo que no pretendo criticar a nadie. Sólo quiero explicar mis razones, para que me dejen piola.
No todo en el festival me parece mal, quizás tengo que dejar de juzgar y de creer que la música que escucho me da superioridad moral como para evaluar si el evento está bien o mal (por mucho que lo piense). Artistas que recuerdo haber querido ver y que no pude por distintas circunstancias: Cerati, Franz Ferdinand, Peter Frampton y Sting. Y tengo claro que si viene Blur me olvido de todo lo que escribí, me cago en mis palabras y compro mi entrada. Pero no sucederá, por lo que estoy segura que no me verán dentro del público del Festival 2012.
